Imagen: ecologistasenacción.org

UGT EMASESA

Hace pocos días se conmemoraba el Día Mundial del Agua. Aunque parezca increíble en pleno siglo XXI, aún no se ha conseguido garantizar el derecho al acceso universal al agua potable de una ingente cantidad de personas en todo el mundo. Alrededor de 748 millones no tienen acceso a una fuente cercana de agua en condiciones adecuadas para el consumo humano y más de 2.500 millones carecen de servicios de saneamiento. Sólo en la Unión Europea hay cerca de ocho millones de ciudadanos y ciudadanas que consumen agua de mala calidad y en   España más de tres millones de personas tienen dificultades para pagar las facturas.

Uno de los indicadores más claros para medir la desigualdad y la   vulnerabilidad de las personas es sin duda la dificultad que tengan para tener cubiertas sus necesidades básicas de consumo de agua. La erradicación de la pobreza no es posible, al igual que tampoco lo es la salud si no puede garantizarse el acceso al elemento más imprescindible para el ser humano.
El agua, por tanto, no puede ser considerada como una mercancía más, ni como un producto destinado al negocio para proporcionar  riqueza a unos pocos. Es un servicio público esencial y no es admisible la privatización de este recurso, ni tampoco lo es dejar su gestión en manos de empresas privadas.

En los periodos electorales el discurso de la titularidad pública del ciclo integral del agua es habitual en todos los grupos políticos, pero hay que ahondar un poco y separar el grano de la paja.       Desgraciadamente hay cada vez más municipios en nuestro país que privatizan sus servicios de agua. Es un método fácil y rápido para llenar las depauperadas arcas municipales, pero ¿a costa de qué? A costa de subir más temprano que tarde el agua a la ciudadanía, de prestarle un servicio peor que el que se prestaba por la empresa pública, de no invertir en infraestructuras nuevas ni     conservar adecuadamente las  existentes, por no hablar de la reducción de puestos de trabajos y del deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras que prestan sus servicios en las empresas privatizadas. No hay más que mirar a nuestro alrededor para comprobarlo.    Huelva o Jerez están cerca y se puede ir con facilidad a verificarlo.

UGT EMASESA

Nos quedamos en el número anterior informando sobre el ya famoso "Mapping" y los, como mínimo, 160.000 euros que había costado la broma a EMASESA. Pero decíamos que no quedaba ahí la cosa.

Efectivamente, EMASESA ha intervenido en otras numerosas actividades que nada tienen que ver con su    objeto ni fin. Por ejemplo, EMASESA patrocina la Muestra "Los Remedios en Imágenes". Exposición de fotografías ubicadas por todo el   barrio de Los Remedios, que se inauguró el 18 de diciembre de 2014 y ha finalizado el 15 de febrero de 2015. ¿Qué tiene que ver esto con EMASESA? ¡Dios sabrá!

Pero el dislate va en ascenso:   EMASESA ha sido el patrocinador oficial de la XVII edición de "Sevilla de Boda", celebrada en el Palacio de Exposiciones y Congresos en Diciembre del pasado año.

Sí, sí, como acabas de leer, patrocinador de "Sevilla de Boda", una feria que, como dice uno de los    diarios que publican la noticia, "ha sido punto de encuentro de más de un centenar de expositores encargados de hacer que no falte ni un detalle en un enlace matrimonial." ¡Que no falte ni un detalle en un enlace matrimonial!

¡Que suenen las fanfarrias! ¡Ha llegado el momento: cambiamos el Agua por los casamientos! Sólo cabe preguntarse: ¿es un simple ataque de locura?, ¿han pensado reconvertirnos en una fábrica de velos para novias?, ¿qué he hecho yo, trabajador de EMASESA, para merecer esto? Por cierto, la reconversión en fábrica de velos es la opción más improbable, pues si así fuera le haríamos la competencia a algunos (o a algunas), y quizá esto no convenga a determinados intereses...

Es difícil entender algo en todo este desatino. Pero, hay más, pues, como decíamos más arriba, tampoco acaba aquí "la cosa":

Recientemente, nos hemos enterado por los medios de comunicación que se pretende contratar una Agencia Publicitaria por 400.000 euros. Según esta información, EMASESA ha sacado a licitación la contratación de una agencia de   publicidad con un presupuesto anual de hasta 400.000 euros, sin IVA. Cantidad que va a ir a cargo de las arcas de EMASESA. ¡Gastos en publicidad!, 400.000 euros de    gastos en propaganda. ¿En propaganda de qué y para qué?, nos    preguntamos los trabajadores de esta empresa.

Pero este descalabro va todavía a más si tenemos presente la propuesta presentada por el Consejero Delegado hace pocos días en el Consejo de Administración consistente en la refinanciación de nuestra deuda: unos 85 millones más que tendremos a nuestra disposición a costa de endeudarnos mucho más. Bueno, más que a nuestra disposición, a disposición de la Dirección de la empresa que es la que determina en cada momento cómo se gasta el dinero y que, en este caso, pide dinero para obras por un lado, y, por el otro, pretende gastarse parte del poco que tiene en publicidad.

En fin, en contra de lo que en principio nos prometieron, la historia de "asuntos" en los que, de una u otra manera, ha intervenido EMASESA o su imagen corporativa, y que  nada tienen que ver con la gestión pública del agua, podría decirse que es una "historia interminable", pues parece no tener fin. En consecuencia no vamos a mostrar más ejemplos de éstos, sobre    todo para no ser cansinos, pues hay muchos más.

No obstante, como último apunte, sí nos gustaría traer a colación otro asunto que es, a nuestro juicio y como mínimo, de dudosa ética. Nos referimos al patrocinio que otras empresas privadas del Sector parece que han hecho para EMASESA. Y, como acto reflejo, también nos referimos a la publicidad que la empresa le ha hecho a estas empresas. Dicho de otra manera: ¿debe aceptar EMASESA dádivas de una subcontrata? ¡Subcontrata que en muchos     casos es la propia competencia! Subcontrata, no lo olvidemos, que ha optado a través de una licitación pública a la gestión de un servicio ofertado por EMASESA.... Y nos hacemos la pregunta anterior máxime ahora, cuando la   propia empresa ha aprobado un documento de obligado cumplimiento, tanto para los empleados como para todas las empresas que se relacionan con EMASESA, llamado, Código Ético.

Echémosle a estos efectos, un vistazo al anuncio adjunto, publicado en algún que otro diario (y se supone que totalmente costeado por las arcas de EMASESA), en el que, sin ningún pudor y a toda página, se da las gracias a una serie de empresas que trabajan o han trabajado para EMASESA.

¿Muchas gracias? ¿A todas esas empresas privadas, algunas de la cuales están pujando desde hace ya años por sacar una tajada de la privatización de EMASESA? ¿A      todas esas empresas privadas, que, trabajando para EMASESA o para otras empresas como subcontratas, sacan sus beneficios de explotar a sus trabajadores con unos salarios precarios y unos horarios  y condiciones  laborales en general que dejan mucho que desear?

Que cada cual piense, en buena lid, lo que crea oportuno, pero desde nuestro punto de vista una empresa pública, como es  ésta, se debe de dejar de tantos "agrade-cimientos" a este tipo de empresas y luchar más por fomentar el empleo público y digno, y no aprovechar la primera oportunidad para subcontratar trabajos que perfectamente pueden acometerse con trabajadores propios.

Y en cuanto a la posibilidad de que estas subcontratas, o alguna de ellas, participen en el patrocinio de cualquier tipo de acto o actividad promovida por nuestra empresa, debería ser una práctica totalmente prohibida. Es más, nos preguntamos si incluso con el Código Ético en la mano no se deriva radicalmente dicha prohibición.

¿Por qué? En el Código Ético se  manifiesta que es de obligado  cumplimiento que todo empleado de la empresa actué en su relación con colaboradores, proveedores, clientes y usuarios de forma ética y lícita... no aceptando ni ofreciendo invitaciones, regalos y/o comisiones en metálico o en especie que puedan alterar las reglas de libre competencia y que puedan provocar una pérdida de la independencia y ecuanimidad en las relaciones con éstos... Asimismo, también se dice en éste Código que las relaciones con clientes, usuarios y proveedores están regidas por los principios de integridad y honestidad no ofreciendo ni recibiendo regalos o compensaciones que queden fuera de las costumbres y usos sociales en el marco de una relación comercial o administrativa. En consecuencia, si no se le permite esto a ningún empleado, ¿no sería de recibo pensar que mucho menos aún se debería permitir que la empresa como tal recibiera dádivas, ayudas, o ningún tipo de patrocinio de esas empresas, aunque fuera para realizar el más mínimo acto? Suena razonable, ¿no? Pues parece que no se  hace así, como de la propia publicidad hecha por la empresa o por los anuncios aparecidos en los medios de comunicación, puede claramente deducirse.

Bien, acabamos por ahora (y siempre que no nos den otra "sorpresa") con esta serie de despropósitos que se han venido dando en nuestra  historia reciente. Antiguamente, a las palabras se las llevaba el viento, pero hoy día hay que pensar muy bien lo que se dice y promete, pues a la vuelta de la esquina o incluso años después, esas mismas palabras se pueden volver en tu propia contra, por haber prometido una  cosa y haber hecho otra, o simplemente por haber criticado a otros por algo que tú, después, has hecho, si cabe, con más ahínco.